Perspectiva general de la seguridad y la salud de los trabajadores de la industria hípica
DHHS (NIOSH) publicación N.º 2009-128
abril del 2009

Los autores expresan su agradecimiento al personal de los hipódromos Randall ‘Doc’ James Racetrack y Keeneland Race Course, y al de la organización North American Racing Academy por su colaboración para realizar las visitas a los sitios y las investigaciones. Además, apreciamos los esfuerzos en la revisión de datos realizada por la Oficina de Estadísticas Laborales y la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo.
Los peligros de salud y seguridad asociados a la industria hípica, sumados a la falta de un adecuado seguro médico y por discapacidad para sus trabajadores, dieron lugar a una investigación por parte del Congreso, la cual culminó con audiencias legislativas en el 2005. Uno de los resultados de estas audiencias del Congreso fue una carta del presidente y miembros de la directiva del Subcomité de Supervisión e Investigaciones del Comité Comercio y Energía de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos al Secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, solicitando ayuda al Instituto Nacional para la Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH) en la investigación de los peligros a la salud y seguridad en la industria hípica.
En respuesta a esta solicitud, NIOSH llevó a cabo una revisión de las publicaciones disponibles sobre salud y seguridad en las carreras de caballos purasangre y trotadores (standardbred); visitó dos hipódromos en Lexington, Kentucky, el Keeneland Race Course y el North American Racing Academy ; completó una investigación sobre la mortalidad; analizó los datos de lesiones provenientes de fuentes relevantes; revisó los reglamentos de la industria hípica de los Estados Unidos y otros países; y convocó a una reunión para identificar las preocupaciones de los trabajadores de la industria hípica en cuanto a su salud y seguridad.
Este documento está destinado a todos los trabajadores asociados a la industria hípica, incluidos jinetes y demás personal del hipódromo, propietarios de caballos y de hipódromos así como a todas las comisiones de carreras de caballo. Este documento resume los esfuerzos de NIOSH para responder a la solicitud del Congreso y ofrece recomendaciones para disminuir la cantidad de lesiones y efectos adversos en la salud de los trabajadores de la industria hípica.
Autores
Kitty J. Hendricks, Amia Downes, John Gibbins, Virgil Casini, Elena Page
Descargo de responsabilidad
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Las carreras de caballos son un deporte de espectáculo popular en los Estados Unidos [Press et al. 1993]. Este deporte ancestral tiene sus orígenes en las tribus prehistóricas nómadas de Asia Central alrededor de 4500 a. C. La primera pista de carreras en los Estados Unidos fue creada desde 1665 en Long Island, Nueva York [Parker 1998]. En la actualidad, existen hipódromos para purasangres en más de la mitad de los Estados Unidos y son más de 125 las pistas de carreras en funcionamiento. [USA Horse Racing 2003].
Es poco lo que se sabe sobre el estado de salud o el número y la naturaleza de las lesiones y enfermedades que sufren los trabajadores de la industria hípica. Son muchos los factores de riesgo para un jinete que pesa 115 libras (aproximadamente 52 kg) y monta un animal de 1,100 libras (unos 500 kg) que corre a 40 millas por hora (unos 64 km). Además del jinete, otros trabajadores (p. ej., personal de la recta de fondo, veterinarios de caballos, mozos de cuadra, entrenadores, personal a cargo de los cajones de salida, también conocidos como gateras o arrancaderos, etc.) enfrentan factores de riesgo particulares para su salud y seguridad.
Es difícil determinar la cifra total de trabajadores en la industria hípica. Los datos de empleo provenientes de fuentes tradicionales, como la Encuesta de la Población Actual de la Oficina del Censo de los EE. UU. [U.S. Census Bureau 2008], se clasifican bajo un amplio grupo de industrias. La industria hípica cae dentro de la categoría del amplio grupo de deporte de espectáculo, el cual incluye las carreras de autos, el fútbol americano, etc. Al no contar con divisiones dentro de este grupo de deportes de espectáculo, se consideraron otras fuentes para obtener los datos de empleo, entre estas, el consejo de la fundación American Horse Council Foundation y el sindicato de jinetes estadounidenses, Jockey's Guild of America.
En el 2004, la American Horse Council Foundation encomendó un estudio sobre el impacto económico de la industria hípica de los Estados Unidos. Este estudio calculó que un equivalente de 146,625 empleados a tiempo completo trabajan directamente en esta industria [American Horse Council Foundation 2005]. Los empleados directos son jinetes, entrenadores, jinetes de ejercicio, mozos de cuadra (cuidadores de caballos), valets, personal a cargo de los cajones de salida, jinetes aprendices y veterinarios. El desglose de los trabajadores en estas categorías no se reportó en los estudios del consejo.
El sindicato Jockeys’ Guild of America, representó aproximadamente a 1,200 jinetes a nivel nacional en el 2007 [Jockeys’ Guild 2007]. Para calificar como miembro del sindicato, un jinete debe tener una licencia válida de jinete que no haya sido revocada. Un análisis estadístico sobre la cantidad de veces en que los jinetes participaron en carreras en el 2005 reportó que 1,908 jinetes profesionales con licencia montaron en ese año. [Colton 2007]. Sin embargo, no todos los jinetes con licencia son miembros del sindicato.
El estilo de vida en la industria hípica es muy demandante. La mayoría de los días laborales comienza a las 4 a.m. y por lo general continúan hasta tarde en la noche. Los trabajadores viajan de hipódromo en hipódromo y los viajes presentan otro riesgo. Es común que los jinetes compitan en más de 1,000 carreras al año, por lo general montando cientos de caballos diferentes [Burwinkle 2002].
Los jinetes son considerados contratistas independientes [Gitomer 2005], al igual que muchos empleados vinculados a la industria hípica, y es posible que no estén regidos por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) o por la División de Horas y Salarios del Departamento de Trabajo (Department of Labor’s Wage and Hour Division). Opacich and Lizer [2007] señalan que los jinetes y los trabajadores de la recta de fondo, considerados trabajadores agrícolas contratados de manera independiente, están exentos de los requisitos del salario mínimo y por lo general no tienen derecho a compensación laboral ni a los beneficios del seguro social.
Las preocupaciones de salud y seguridad asociadas a las carreras de caballos son numerosas. Aunque los problemas de salud, particularmente aquellos asociados a la pérdida de peso, se están identificando más, hay pocas publicaciones científicas con respecto a las prácticas de trabajo seguras y al uso del equipo de protección personal (PPE) adecuado. Además, a medida que las nuevas tecnologías, como las pistas sintéticas, se vuelven más comunes, se debe abordar el impacto que puedan tener en la salud y seguridad de los trabajadores.
El 22 de mayo del 2007, NIOSH llevó a cabo una reunión pública para obtener información sobre las preocupaciones sobre la salud y seguridad de los trabajadores de la industria hípica. En la reunión sobre mejores prácticas de seguridad y salud en la industria hípica participaron 26 personas en representación de 16 agencias diferentes, como el sindicato de jinetes, Jockeys’ Guild; la asociación de propietarios de purasangre, National Thoroughbred Racing Association; el consejo hípico estadounidense, American Horse Council; la fundación para jinetes Grayson-Jockey Club Research Foundation, y el consorcio sobre pruebas y medicamentos en las carreras, Racing Medication and Testing Consortium. Además de reuniones, presentaciones y debates subsiguientes, se abrió un expediente para recibir los comentarios del público [NIOSH 2007a].
NIOSH recibió nueve propuestas para la agenda que cubría temas variados. Entre estos había comentarios sobre muchas preocupaciones de salud que enfrentan los jinetes. Muchos de estos efectos en la salud están relacionados con la pérdida de peso y las prácticas para controlarlo en su nivel bajo. Otras áreas de preocupación fueron la exposición al plomo y los efectos de los repetidos traumatismos craneales. Otras propuestas incluyeron la información sobre el uso de equipo de protección personal, requisitos y capacitación para los servicios médicos de emergencias en las carreras de caballos, las disparidades de salud que existen entre estos empleados de la industria hípica y en la población en general, los incendios en establos, las nuevas tecnologías en las superficies de las pistas de carrera y otros problemas de salud ambiental. Aunque muchas de estas propuestas fueron anecdóticas, dos propuestas describían investigaciones en curso por parte de instituciones académicas.
El Jockeys’ Guild of America reportó que desde 1950 hasta mediados de la década de 1980, más de 100 jinetes murieron [DeBenedette 1987] y la atención en torno a las lesiones en la industria hípica se ha centrado principalmente en los jinetes [Waller et al. 2000; Turner 2000; Press et al. 1993]. No obstante, otros empleados de esta industria están expuestos a muchos de los mismos riesgos que enfrentan los jinetes. Turner [2000] indica que muchas de las lesiones ocurren durante el precalentamiento matutino, en el que es más probable que participen los entrenadores o los jinetes de ejercicio.
Un análisis de las lesiones de los jinetes con licencia realizado por Waller et al. [2000] identificó 6,546 lesiones (606 lesiones/1,000 jinetes al año) y tres muertes entre 1993 y 1996. Este estudio también determinó que el 44% eran lesiones debidas a las caídas de los jinetes del caballo, las cuales provocaban la mayoría de las lesiones en la cabeza, el cuello y la cara (19%). Una encuesta completada por 706 jinetes profesionales obtuvo información sobre la cifra y el tipo de lesiones que tuvieron durante sus carreras [Press et al. 1993]. Estos jinetes reportaron un total de 1,757 lesiones, siendo las fracturas el tipo de lesión más común.
La seguridad en la industria hípica es un tema complejo. Existen peligros evidentes por montar caballos de carrera, pero hay otros riesgos que pueden estar asociados a las pistas. Además, los riesgos están asociados a menudo las actividades con caballos afuera de la pista.
El equipo de protección personal en esta industria ha pasado por cambios considerables en los últimos años. Los estándares asociados a los cascos y chalecos protectores ahora se están regulando en varios estados. También se han implementado controles técnicos en la industria, como cajones de salida con almohadillas, nuevas barandas de seguridad a lo largo de la pista para amortiguar el impacto en caso de que un jinete salga arrojado hacia ellas y nuevas superficies en las pistas para hacerlas más seguras y de mayor consistencia.
Waller [2000] indicó que los cajones de salida son uno de los sitios más comunes donde ocurren las lesiones. Los cajones de salida un área de contención pequeña, donde el jinete se encuentra a la espera montando al caballo, por lo que representa una oportunidad de que el caballo lo aplaste contra una superficie rígida.
Las nuevas superficies de las pistas, en especial las sintéticas, han ganado popularidad en los últimos años y se han instalado en algunos de los principales hipódromos del país. Aunque las distintas marcas de las pistas sintéticas varían en su composición, todas contienen una combinación de fibras sintéticas mezcladas con arena. Estas superficies sintéticas están diseñadas para tener un efecto amortiguador que reduzca el riesgo de lesiones en los caballos y para mantener una superficie de carrera más consistente. No obstante, las inhalación de las sustancias de las fibras sintéticas de estas superficies puede representar un riesgo para los trabajadores de la industria. Aunque las superficies sintéticas prometen reducir las lesiones catastróficas en caballos y jinetes, no se cuenta con evaluaciones cuantitativas o datos de publicaciones revisadas por expertos externos que sustenten estas afirmaciones.
Otra área en donde se han realizado mejoras fue en las riendas de seguridad. Cuando las riendas se sueltan durante una carrera, las lesiones por la pérdida del control del caballo pueden ser por lo general muy graves. La implementación de riendas de seguridad, que son un tipo de riendas reforzadas con un cable de alambre, una correa de nylon u otro recurso que se ate, es una solución sencilla para las riendas rotas y la posterior pérdida de control del caballo. Algunos hipódromos ya han comenzado a usarlas.
Lesiones no mortales
NIOSH revisó los datos de las lesiones no mortales notificadas por los departamentos de emergencia del suplemento ocupacional del Sistema Electrónico Nacional de Vigilancia de Lesiones (NEISS-Work). Los datos del NEISS son recogidos por la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC), la cual los comparte con NIOSH mediante un acuerdo interinstitucional. NEISS-Work ofrece datos representativos a nivel nacional sobre las personas que fueron tratadas en los hospitales de centros de emergencia de los Estados Unidos por lesiones y enfermedades no mortales relacionadas al trabajo.
NEISS-Work utiliza una muestra nacional probabilística estratificada de 67 hospitales de los Estados Unidos con departamentos de emergencias que funcionan las 24 horas.* Los hospitales de la muestra se seleccionaron de entre aproximadamente 5,300 hospitales de áreas urbanas y rurales de los EE. UU., después de una estratificación en cuatro grupos basados en el tamaño (es decir, por la cifra anual de las visitas a los departamentos de emergencia), más un estrato de hospitales para niños. A cada lesión y enfermedad se le asignó una ponderación estadística para correlacionar la probabilidad de seleccionar el hospital que proporcionaba el tratamiento dentro de su estrato en la muestra. Las ponderaciones se ajustaron por mes, al no haber notificaciones de los hospitales de la muestra, y anualmente, por las fluctuaciones nacionales en el uso de los departamentos de emergencia. NIOSH estimó que las lesiones y enfermedades tratadas en los departamentos de emergencia que se notifican al sistema NEISS representan aproximadamente un tercio de todas las lesiones y enfermedades asociadas al trabajo en los Estados Unidos que requieren de tratamiento médico [CDC 2001].
Con base en una revisión de NIOSH de los informes de casos del sistema de vigilancia NEISS-Work,† se calcula que 14,200 lesiones y enfermedades (95% intervalo de confianza [IC] 8,400 a 19,900) asociadas a la industria hípica de caballos purasangres y trotadores ocurrieron en los Estados Unidos entre 1998 y el 2006. El 61% (8,700, 95% IC 5,000 a 12,400) de las lesiones correspondió a hombres comparado con el 39% (5,500, 95% IC 2,600 a 8,400) para las mujeres. La proporción más alta de las lesiones (33%) ocurrió en los trabajadores de 35 a 44 años de edad. Tabla 1 presenta un desglose completo de las lesiones por edades.
La parte del cuerpo lesionada con mayor frecuencia, con un 33%, fueron las extremidades superiores (es decir, hombros, brazos, antebrazos, codos, muñecas, manos y dedos). La distribución de las partes del cuerpo lesionadas aparece en la Tabla 2. En casi todos los casos de lesiones no mortales (91%), la persona lesionada fue tratada y dada de alta, y en el resto de los casos las personas lesionadas fueron hospitalizadas o transferidas a otro hospital. Al observar en qué época del año sucedieron las lesiones ocupacionales no mortales, el 67% (9,491, 95% IC 5,500 a 13,482) ocurrieron entre los meses de abril a septiembre.
Tabla 1. Cálculos nacionales de las lesiones no mortales asociadas al trabajo en la industria hípica, casos presentados en los departamentos de emergencia hospitalaria, por edad, 1998–2006
Grupo de edades | Lesiones no mortales | Porcentaje | Intervalo de confianza* del 95% |
---|---|---|---|
Menos de 25 años | 3,000 | 21 | 1,000 a 5,000 |
25–34 años | 3,300 | 23 | 1,600 a 4,900 |
35–44 años | 4,600 | 33 | 2,300 a 6,900 |
45+ años | 3,300 | 23 | 1,800 a 4,700 |
Total | 14,200 | 100% | 8,400 a 19,900 |
Fuente: Sistema Electrónico Nacional de Vigilancia de Lesiones—Suplemento ocupacional. | |||
*Los intervalos de confianza puede que no sean simétricos debido al redondeo. |
Tabla 2. Cálculos nacionales de las lesiones no mortales asociadas al trabajo en la industria hípica, casos presentados en los departamentos de emergencia hospitalaria, por la parte del cuerpo lesionada, 1998–2006
Parte del cuerpo lesionada | Lesiones no mortales | Porcentaje | Intervalo de confianza* del 95% |
---|---|---|---|
Extremidades superiores | 4,700 | 33 | 2,400 a 7,000 |
Extremidades inferiores | 3,600 | 25 | 1,700 a 5,500 |
Cabeza/cuello | 3,200 | 23 | 1,900 a 4,500 |
Abdomen/torso | 2,600 | 18 | 1,400 a 3,700 |
Lesiones internas | No reportado† | No reportado† | — |
Múltiples partes del cuerpo | No reportado† | No reportado† | — |
Total | 14,200 | 100% | 8,400 a 19,900 |
Fuente: Sistema Electrónico Nacional de Vigilancia de Lesiones—Suplemento ocupacional. | |||
*Los intervalos de confianza puede que no sean simétricos debido al redondeo. †El cálculo no se ha reportado o se ha omitido debido a falta de información. |
*El sistema de recolección de datos de NEISS-Work es operado por la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC) como un complemento a la vigilancia que realiza el NEISS sobre lesiones relacionadas con el consumo de productos. Los cálculos del sistema NEISS-Work incluyen todas las lesiones ocupacionales independientemente del producto. El sistema NEISS-Work utiliza aproximadamente dos tercios de las muestras que utiliza la CPSC de 101 hospitales. Debido a los horarios de cierre de hospitales y otros factores por falta de participación o respuesta, la cifra de los hospitales que reportan datos puede variar mensual y anualmente.
†Los casos se identificaron mediante búsquedas en los informes de casos que incluían los términos “entrenador”, “jinetes de ejercicio”, “caballo,” “carrera”, “mozos de cuadra”, “jinete”, “jefe de salida”, “caminador de establo”, “escolta” y “valet”.
Lesiones mortales
El Censo de Lesiones Ocupacionales con Consecuencias Mortales (CFOI) es un sistema de datos de muchas fuentes mantenido por la Oficina de Estadísticas Laborales de los EE. UU. (BLS) a fin de identificar las muertes relacionadas con actividades de trabajo en los Estados Unidos. Para satisfacer mejor las necesidades de investigación de NIOSH, la Oficina de Estadísticas Laborales le proporcionó a NIOSH un archivo con investigaciones detalladas que incluye variables como edades específicas (la investigación de NIOSH se llevó a cabo con acceso restringido a los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. Las opiniones expresadas aquí no necesariamente reflejan las de dicha oficina). El Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York no autorizó a NIOSH la divulgación de estos datos más detallados, por lo tanto, los datos de la cuidad de Nueva York se han excluido de estos análisis. Una revisión de NIOSH de los informes del censo CFOI, junto con las variables ocupacionales y de la industria,‡ identificó 79 muertes entre 1992 y el 2006 asociadas a la industria de las carreras de caballos purasangres y trotadores, con un promedio anual de mortalidad de 5.6 por año (Figura 1). El nivel de detalle disponible en los informes de casos, en los cuales se basa la identificación de estas muertes, varía. Debido a esto, 79 es probablemente un estimado inferior a la cifra verdadera de las muertes ocupacionales en la industria hípica.

Figura 1. Mortalidad ocupacional en la industria hípica por año, EE. UU., 1992-2006.
Fuente: Censo de Lesiones Ocupacionales con Consecuencias Mortales, 1992-2006. Archivo de investigación especial proporcionado a NIOSH; excluye las muertes ocurridas en la ciudad de Nueva York.
Los hombres representaron la mayoría (65, 82%) de las 79 muertes entre 1992 y el 2006. El 21% de las personas que fallecieron eran hispanas, lo cual es un porcentaje mayor al de las muertes ocupacionales de los hispanos de todas las industrias en el mismo periodo (12.5%) [BLS 2008]. Cuando se examinan estas muertes por tipo de trabajo, los entrenadores (35%) y los jinetes (33%) representan la mayoría de los casos de fallecimientos (Tabla 3). La edad de los fallecidos varió entre menos de 20 años a más de 65 años, con un promedio de edad de 45 años. La Tabla 4 proporciona información sobre mortalidad por grupo de edad. No se puede ofrecer un desglose más detallado de las muertes ni un rango de edad exacto debido a los requisitos de confidencialidad.
Tabla 3. La mortalidad ocupacional en la industria hípica por tipo de trabajo, EE. UU., 1992-2006.
Ocupación* | Número de muertes | Porcentaje | |
---|---|---|---|
Entrenador | 28 | 35 | |
Jinete | 26 | 33 | |
Jinete de ejercicio | 8 | 10 | |
Mozo de cuadra | 7 | 9 | |
Otros empleados del hipódromo† | 10 | 13 | |
Total | 79 | 100% | |
Fuente: Censo de Lesiones Ocupacionales con Consecuencias Mortales, 1992-2006. Archivo de investigación especial proporcionado a NIOSH; excluye las muertes ocurridas en la ciudad de Nueva York. | |||
*La ocupación se clasificó mediante la combinación de los códigos de ocupación y las descripciones del trabajo. †Incluye propietarios, veterinarios, trabajadores del establo, entrenadores, administradores, etc. |
Tabla 4. Mortalidad ocupacional en la industria hípica por grupo de edad, EE. UU., 1992-2006.
Grupo de edades | Número de muertes | Porcentaje | |
---|---|---|---|
< 20 años | 6 | 8 | |
20-24 años | 5 | 6 | |
25-34 años | 11 | 14 | |
35-44 años | 19 | 24 | |
45-54 años | 14 | 18 | |
55-64 años | 11 | 14 | |
> 65 años | 13 | 16 | |
Total | 79 | 100% | |
Fuente: Censo de Lesiones Ocupacionales con Consecuencias Mortales, 1992-2006. Archivo de investigación especial proporcionado a NIOSH; excluye las muertes ocurridas en la ciudad de Nueva York. |
El 48% de las muertes (38) sucedieron en los hipódromos, pero no durante la carrera en sí. El 23% de las muertes (18) ocurrieron durante una carrera. En el 49% de las muertes, las personas que fallecieron habían sido arrojadas por el caballo, se cayeron del caballo o junto con el caballo. Diecisiete muertes (22%) ocurrieron como consecuencia de recibir patadas o de ser pisados por un caballo. De estas 17 muertes, 14 fueron resultado de una patada en el pecho o el abdomen. Los informes de estos casos no especificaban si se estaba usando equipo de protección personal en el momento de sufrir la lesión.
Al observar la época del año en que ocurrieron las muertes, el 62% de las muertes en la industria hípica (49) sucedieron entre abril y septiembre. La Figura 1 muestra el número de muertes por año.
‡Los casos se identificaron al llevar a cabo búsquedas de informes que incluían los términos “entrenador”, “jinetes de ejercicio”, “caballo,” “carrera”, “mozos de cuadra”, “jinete”, “jefe de salida”, “caminador de establo”, “escolta” y “valet”.
Informe de casos
El siguiente informe de caso es un ejemplo de los diversos riesgos que enfrentan los jinetes en la industria hípica durante su trabajo. NIOSH realizó la investigación de este caso mediante su Programa de análisis de tasas de mortalidad y evaluación de control [NIOSH 2007b].
El 18 de febrero del 2007, un jinete de 65 años de edad falleció después de ser arrojado de su montura en los cajones de salida durante el comienzo de una carrera. El jinete y su caballo se dirigían al octavo puesto de un cajón de salida móvil de ocho puestos. Mientras esto ocurría, el caballo del quinto puesto retrocedió y golpeó la puerta del cajón de salida. Todas las puertas de los ocho puestos se abrieron simultáneamente, lo que hizo comenzar la carrera. No se sabe con certeza si los cajones de salida se abrieron debido a que el caballo del quinto puesto se desbocó o si fue un error del operador. Al revisar el video de la carrera se observó que, al momento en que se abrieron los cajones de salida, el jinete del octavo puesto no había terminado de acomodarse en su montura. El jinete fue arrojado hacia atrás y aparentemente se golpeó la cabeza con la puerta de atrás del puesto. Como los caballos tenían que pasar por el lugar de los cajones de salida para completar la carrera, los cajones de salida estaban atados a un tractor para poder quitarlos enseguida de la pista. Cuando el operador del tractor vio que los caballos habían arrancado de los cajones de salida, comenzó a tirar de los cajones de salida de la pista. Cuando otros trabajadores vieron el caballo sin jinete, le indicaron al operador del tractor que se detuviera. El operador del tractor hizo retroceder los cajones de salida que habían quedado encima del abdomen del jinete que fue arrojado del caballo. El personal de socorro ubicado en una ambulancia en el hipódromo respondió de inmediato. La víctima había perdido el conocimiento. Tres ambulancias adicionales y una unidad de rescate acudieron en minutos. El jinete fue transportado al hospital, donde falleció durante la cirugía aproximadamente a las cuatro horas del incidente. La víctima había sufrido fractura de costillas y rotura del bazo. El certificado de defunción indicó que la víctima había fallecido por complicaciones durante la cirugía reparadora del bazo.
Los efectos adversos en la salud es otra área de investigación que se ha centrado principalmente en los jinetes. En esta población, se han estudiado ampliamente los trastornos alimentarios y sus consecuencias a corto y largo plazo [Leydon and Wall 2002; Labadoarios et al. 1993; Bishop and Deans 1996; King and Mezey 1987; Price 1973], aunque también se han estudiado otros efectos en la salud, como los musculoesqueléticos [Tsirikos et al. 2001; Lavelle and Murphy 1977].
Trastornos musculoesqueléticos
Los jinetes, en vez de sentarse directamente en la montura, usan las piernas para sujetarse, mantener la estabilidad y el equilibrio. Esto los obliga a que se inclinen hacia adelante, creando un posición estática forzada sobre el caballo. Los jinetes son propensos a sobrecargar las articulaciones de forma dinámica y estática o por el impacto y a sufrir lesiones asociadas con la aceleración y desaceleración en las carreras. La combinación de la aplicación de fuerza, las posturas estáticas, los movimientos repetidos y el traumatismo por la sobrecarga en las articulaciones pueden causar trastornos musculoesqueléticos en las extremidades inferiores y en la columna vertebral [Tsirikos et al. 2001; Lavelle and Murphy].
Pérdida de peso
La naturaleza competitiva de este deporte, sumada a las presiones existentes de los jinetes para mantener un bajo peso corporal, aumenta el riesgo de que tengan trastornos alimentarios y de que adopten otras conductas no saludables [Leydon and Wall 2002; Labadoarios et al. 1993; Bishop and Deans 1996; King and Mezey 1987; Price 1973]. Algunos ejemplos de estas conductas no saludables son vomitar, abusar de laxantes y diuréticos, usar saunas o baños calientes para perder líquido corporal, hacer ejercicio excesivo, fumar para saciar el apetito, restringir o evitar alimentos, tomar pastillas para adelgazar y restringir el consumo de líquidos. Estos trastornos alimentarios y otras conductas para perder peso pueden causar problemas de salud a corto o largo plazo tales como erosión dental, deficiencias nutricionales, irregularidades menstruales, baja densidad ósea, deshidratación y estrés por calor. Se han reportado arritmias cardiacas en personas con anorexia nervosa y bulimia nervosa [Mitchell and Crow 2006; Palla and Litt 1988]. Los trastornos renales, como cálculos renales e insuficiencia renal, también se han reportado en estas poblaciones [Jonat and Birmingham 2003; Inui et al. 1997; Copeland 1994; Palla and Litt 1988]. No obstante, las publicaciones médicas no informan sobre estudios de arritmias cardiacas ni de trastornos renales específicamente en jinetes.
Exposición al plomo
Históricamente, para las carreras que usaban el sistema de apuestas de contrapartida se agregaba a las monturas una placa de plomo sin recubrir para compensar la desventaja de peso de cada caballo.§ Las placas de plomo por lo general son manipuladas por los empleados a cargo de pesar a los jinetes o los ayudantes, aunque algunos jinetes también las manipulan. Las placas por lo general se guardan en una caja abierta en el cuarto del jinete. Cuando las placas se tiran en la caja para guardarlas, se genera polvo del plomo. Un número considerable de hipódromos ha eliminado el uso de las pesas de plomo descubiertas, reemplazándolas por pesas de plomo cubiertas con cuero u otro tipo de cobertura o con el uso de pesas con almohadillas que se colocan debajo de la silla de montar. No hay estudios publicados acerca de los niveles elevados de plomo en la sangre de los jinetes o de los niveles de plomo en el ambiente de los cuartos de los jinetes. La exposición al polvo del plomo ocurre principalmente mediante la ingestión por contacto de mano a boca. Debido a que la absorción gastrointestinal del plomo es menor en los adultos que en los niños, la ingestión de plomo por estos trabajadores no representa el mismo riesgo que representa para los niños [Diamond et al. 1998].
§La apuesta de contrapartida es un sistema mediante el cual todas las apuestas de un mismo tipo se juntan en un pozo, se descuentan los impuestos y la comisión; la ganancia se reparte entre todos los que apostaron.
Problemas respiratorios
Varios hipódromos del país han comenzado recientemente a usar pistas con superficies de compuesto sintético. Las superficies sintéticas, que se han estado usando en Europa por más de dos décadas, son una combinación de fibras de polipropileno, caucho reciclado y arena de sílice con un revestimiento de cera. Son pocos los datos con los que se cuentan sobre cómo este material se deteriora con el tiempo por causa de la lluvia, el sol, el uso constante y otras condiciones de la pista. Las preocupaciones sobre los posibles efectos en la salud se refieren a la liberación de sílice respirable con el paso del tiempo [LaMarra 2007]. No se han realizado investigaciones que comparen los dos tipos de superficie con respecto a la seguridad y salud del jinete.
Las normas y reglamentos en la industria hípica son establecidos por los estados individuales y se pueden consultar por fuentes como comisiones estatales de carreras de caballo, reglamentos administrativos, consejos de carreras y reglamentos de comercio. No hay reglamentos o normas nacionales para esta industria.
Este documento resume los reglamentos para las carreras de caballos de nueve estados. Cinco de estos estados, California (CA), Illinois (IL), Nueva York (NY), Ohio (OH) y Kentucky (KY), fueron escogidos con base en el reconocimiento que tienen en la industria hípica [California Horse Racing Board 2007; Joint Committee on Administrative Rules 1994; New York State Legislature 2007; Ohio State Racing Commission n.d.; Kentucky Administrative Regulations 2007]. Los otros cuatro estados, Delaware (DE), Washington (WA), Virginia Occidental (WV) y Pensilvania (PA), se escogieron debido a ciertas características únicas en sus respectivas leyes y normas que rigen las carreras de caballo [Delaware General Assembly 2007; Washington State Legislature 2007; West Virginia Racing Commission 2000; Pennsylvania Code 1997].
Requisitos del peso corporal y del estado físico
De los estados analizados, solo California impone un límite de peso máximo (125 libras, aproximadamente 57 kilos) para que los jinetes puedan recibir sus licencias. Cuatro estados (IL, PA, WV y CA) requieren de exploraciones físicas anuales para todos los jinetes. En California e Illinois, estos exámenes físicos se deben realizar por un médico que esté aprobado por el consejo de carreras del estado. Seis estados (DE, KY, NY, OH, WA y WV) también pueden requerir pruebas de estado físico antes de una carrera, si el consejo o la junta de comisarios de carreras tienen preocupaciones razonables sobre el estado de salud de un jinete. Las pruebas para demostrar buen estado físico para montar comprenden una exploración física y un certificado médico firmado antes de comenzar la carrera y también pueden incluir pruebas para detectar el uso de drogas o el consumo de alcohol.
Equipo de protección personal (PPE)
Cascos
Los reglamentos de todos los nueve estados tuvieron por lo menos un requisito mínimo con respecto al uso de cascos. El estado con menos restricciones (CA) solo requiere que los jinetes usen cascos ajustados de manera correcta. Otros cinco estados (DE, IL, NY, OH y PA) requieren que el casco sea aprobado por la junta de comisarios de carreras ¶ o la comisión de carreras de caballo del estado. Los estados más estrictos (KY, WA y WV) requieren que los cascos cumplan con los estándares de la American Society for Testing and Materials (ASTM) F1163-04 [ASTM 2007a], “Specifications for Headgear Used in Horse Sports and Horseback Riding”.
Las reglas para el equipo de protección personal (PPE) también varían según el estado en cuanto a quién debe usar cascos y cuándo. Mientras que algunos estados requieren que cualquier persona que se monte a un caballo use un casco (NY, PA y WA), Illinois solo requiere el uso de cascos en los jinetes y empleados de establos. Ohio requiere el uso de cascos para los jinetes durante las carreras, pero también estipula que cualquier persona que esté ejercitando un caballo en una superficie sin obstáculos debe usar un casco. Kentucky y Delaware no tienen requisitos por escrito sobre cuándo se debe usar cascos. Tabla 5. Detalles, por estado, de los estándares establecidos para PPE.
Chalecos
Cinco de los seis estados que requieren que los jinetes usen chalecos de seguridad también especifican que los chalecos deben tener una protección para amortiguar de por lo menos nivel 5, como lo certifica la British Equestrian Trade Association (BETA) (IL, KY, NY, OH and WV) [BETA 2007]. California requiere que los chalecos cumplan con otros estándares sobre la cobertura que le dan al cuerpo [California Horse Racing Board 2001] y Washington requiere que los chalecos cumplan con el estándar de ASTM/Safety Equipment Institute (ASTM/SEI) standard F1937-04, “Specifications for Body Protectors Used in Horse Sports and Horseback Riding” [ASTM 2007b; Washington State Legislature 2007].
Los requisitos de los estados para el uso de chalecos de seguridad son más variados que los que se refieren al uso de cascos. Virginia Occidental requiere chalecos solo para los jinetes, mientras que Washington tiene reglas que requieren el uso de chalecos a todas las personas que monten caballos. Ohio y Virginia Occidental requieren que los equipos se usen solo durante las carreras. Ni Delaware ni Pensilvania especifican quiénes deben usar chalechos o cuándo deben usarse, pero California, Kentucky y Nueva York han establecido reglas que requieren el uso de chalechos en todo momento cuando se esté montando a caballo (carreras, entrenamientos, ejercitación, ejercicios de calentamiento o desfiles). Tabla 5 esquema del uso específico del PPE.
Tabla 5. Reglamentos para los equipos de seguridad* en la industria hípica para ciertos estados
Equipo de protección personal | Estados | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
CA | DE | IL | KY | NY | OH | PA | WA | WV | |
Cascos | |||||||||
Ajustados adecuadamente | • | ||||||||
Aprobados por la comisión, el consejo o la junta | • | • | • | • | • | ||||
ASTM F1163-04a | • | • | • | ||||||
Quién debe usar un casco | |||||||||
Jinete | • | • | • | ||||||
Jinetes aprendices, empleados en establos | • | ||||||||
Cualquier persona en un caballo sobre una superficie de carrera plana | • | • | • | • | • | • | |||
Cuándo se deben usar los cascos | |||||||||
Sin especificar | • | • | |||||||
Carreras y ejercitación | • | • | • | • | • | • | |||
Todas las personas que montan en las instalaciones o terrenos de la asociación | • | ||||||||
Tipo de chaleco | |||||||||
No hay requisitos | • | ||||||||
Aprobado por la comisión o junta | • | ||||||||
Chaleco BETA (categoría 5) | • | • | • | • | • | ||||
Chaleco BETA (categoría 1), ASTM F1937-04 | • | ||||||||
Chaleco BETA (categoría 5), requisito de cobertura | • | ||||||||
Quién debe usar un chaleco | |||||||||
Sin especificar | • | • | • | ||||||
Jinete | • | • | • | • | • | ||||
Jinetes aprendices | • | ||||||||
Jinetes de ejercicio, empleados en establos | • | • | • | ||||||
Todas las personas que montan | • | ||||||||
Cuándo se deben usar los chalecos | |||||||||
Sin especificar | • | • | • | ||||||
En carreras | • | • | • | • | • | • | |||
Capacitación, ejercitación | • | • | • | • | |||||
Entrenamiento, ejercicios de calentamiento y desfiles | • | • | • | ||||||
*Los reglamentos estatales están sujetos a cambios. Estas regulaciones son precisas hasta enero del 2008. BETA=British Equestrian Trade Association ASTM=American Society for Testing Materials |
Riendas de seguridad
Además de estas dos piezas de PPE, Ohio adoptó un regla que obliga el uso de riendas de seguridad, esta regla entró en efecto el 1 de julio del 2008. La norma establece que toda persona que se suba a un caballo, ya sea para montar, andar, galopar, ejercitar o entrenar al caballo en el establecimiento bajo la jurisdicción de la comisión deberá usar riendas de seguridad [Ohio State Racing Commission n.d.].
Requisitos de peso del PPE
El único aspecto sobre el uso de PPE que parecería no variar demasiado entre los estados es con respecto a cómo el equipo afecta el peso del jinete antes de una carrera. Los estados parecen tener criterios uniformes en el sentido de que todos los chalecos de seguridad no pueden pesar más de dos libras y el peso de un PPE (p. ej., cascos o chalecos de protección) no debe sumarse al peso del jinente al momento del pesarlo. Parece haber muy pocas diferencias en el peso del PPE que usan la mayoría de los jinetes.
Requisitos de PPE en otros países
Los jinetes de otros países, como Australia e Irlanda, están sujetos a leyes y reglamentos sobre el uso de equipo de seguridad más rigurosos que en los más estrictos estados de Estados Unidos. Por ejemplo, con respecto a los cascos, estos dos países tienen reglas que especifican las condiciones del casco, los tipos de tira para el cuello que se aceptan, los tamaños correctos, los requisitos para las fundas de los cascos y el uso de una luz de advertencia en el casco cuando se usan en la oscuridad. [Australian Racing Board 2007; The Turf Club 2007]. Irlanda ha tomado medidas adicionales para garantizar la seguridad al recomendar que todos los jinetes usen gafas protectoras [The Turf Club 2007].
Licencias
En los Estados Unidos, las licencias de los jinetes son responsabilidad de las agencias estatales; no hay requisitos nacionales para las licencias de los jinetes. De los estados que se analizaron, hay solo dos requisitos para las licencias que comparten todos los estados: edad mínima y pruebas sobre el estado físico. No obstante, la manera en que se evalúa el límite de edad mínima y el estado físico varía entre los estados. En la mayoría de los estados (CA, DE, KY, NY, PA y WV), los aspirantes para ser jinetes deben tener por lo menos 16 años de edad. Ohio y Washington requieren que los candidatos tengan por lo menos 18 años de edad. Las pruebas del estado físico para montar varían desde un certificado médico o un equivalente que declare que el jinete está en buen estado para montar (DE, KY, NY, OH y WA) hasta una exploración física anual (IL, PA, WV y CA) y California también especifica que la exploración física también debe incluir exámenes de la vista y la audición. Dependiendo del estado, estos exámenes son administrados por ya sea por un médico con licencia que escoja el jinete (OH, PA y WV) o por un médico con licencia aprobado o designado por la comisión de carreras, el consejo o la junta (CA y IL). En general, los requisitos para la obtención de una licencia tiene pocas implicaciones de salud o seguridad.
Los requisitos adicionales incluyen límites de peso máximo (125 libras en CA) y requisitos sobre el número mínimo de carreras que debe haber corrido el candidato antes de que se le otorgue la licencia de jinete (dos en DE y tres en KY). California exige que los candidatos pasen un examen sobre las normas y reglamentos o que demuestren sus conocimientos y calificaciones mediantes otras evaluaciones. Algunos estados (NY, PA y WV) estipulan el número de carreras que uno puede correr como jinete aprendiz o como jinete con permiso provisional antes de obtener una licencia, lo cual oscila entre 2 y 10 carreras. Los candidatos en Delaware y Kentucky deben haber trabajado en los establos un año antes de solicitar su licencia.
Diseños de los hipódromos
Muchos de los estados que se revisaron tienen reglamentos con respecto al diseño de los hipódromos. Nueva York y Pensilvania tienen una norma general con respecto a la seguridad del establecimiento en sus respectivos estados. Estos estados encomiendan a las asociaciones de carreras que mantengan en buenas condiciones el establecimiento y que cuenten con las herramientas y los equipos necesarios para mantener una pista uniforme, si las condiciones del tiempo lo permiten.
California tiene algunas de las normas más rigurosas relacionadas con la seguridad en la industria hípica. Los reglamentos de California incluyen especificaciones sobre las barandas (permanentes y temporarias), postes para las barandas, pista de pasto, distancia entre barandas y otros objetos, zanjas de drenaje, apertura de las vallas, puertas de ingreso y salida, sistema de iluminación y elevación de la superficie de carrera [California Horse Racing Board 2006a]. En el 2006, el consejo de carreras de California aprobó una norma que requiere la instalación de un polímero, una superficie sintética para todas las pistas de carreras que operan 4 semanas consecutivas de carreras de purasangres en un año. Todas las pistas debían cumplir con esta norma hacia el 31 de diciembre de 2007 [California Horse Racing Board 2006b].
Seguro
Uno de los objetivos de la modernizada ley de compensación para los trabajadores es la promoción de lugares de trabajo seguros y saludables [National Commission on State Workmen's Compensation Laws 1972]. Los jinetes son contratistas independientes, y, por lo tanto, no califican para los derechos de compensación de trabajadores bajo sus respectivos estatutos estatales. Pocos estados han establecido fondos especialmente para abordar este problema que afecta a los jinetes.
Delaware ha creado una junta para la asistencia social y la salud de los jinetes, Jockey’s Health and Welfare Board, para que administre el fondo Jockey’s Health and Welfare Benefit Fund y así poder proporcionar seguro médico a los jinetes activos que corren con regularidad en Delaware, los jinetes jubilados que reúnan los requisitos y los jinetes de Delaware con discapacidades [Delaware General Assembly 2006]. El fondo cubre también el seguro médico de los dependientes calificados de este grupo de jinetes. El dinero proveniente de los derechos que pagan los expendedores con licencia para transmitir juegos de azar por video y los fondos de esta cuenta se transfieren y se guardan en una cuenta del Departamento de Agricultura del estado. Mediante inversiones que hace la Tesorería del estado, las utilidades de esta cuenta se destinan al fondo de los jinetes para pagar la cobertura médica.
Nueva York ha establecido un fondo de compensación a los jinetes llamado Jockey Injury Compensation Fund [New York State Legislature 2007]. Con estos fondos se compra el seguro de compensación del trabajador que dé cobertura a los jinetes del estado. Todos los propietarios y entrenadores con licencia del estado deben contribuir a estos fondos para cubrir los costos de la póliza de seguro. En California, ninguna persona que solicite una licencia de propietario o entrenador recibirá dicha licencia a menos que haya adquirido un seguro de compensación laboral para sus empleados con licencia; la comprobación de este seguro se puede enviar a la junta [California Horse Racing Board 1978]. Si la cobertura se cancela o se termina, la licencia del entrenador o del propietario será suspendida automáticamente con posibilidad de que sea revocada.
Una gran desventaja de este tipo de fondos es la falta de disponibilidad de cobertura cuando se participa en una carrera en otro estado o país. Por ejemplo, un jinete de Nueva York que quedó permanentemente discapacitado por una carrera en Kentucky, no cumplía con los requisitos para recibir la compensación para los trabajadores de Nueva York debido a que la lesión ocurrió fuera del estado.
¶Para recibir acreditación como comisario de carreras sin obstáculos, el candidato debe completar 60 horas de capacitación, pasar un examen y cumplir con los requisitos sobre la experiencia en la industria hípica [Racing Officials Accreditation Program 2007].
Los datos muestran que entre los años 1998 y 2006, las salas de emergencia de los hospitales de los Estados Unidos atendieron aproximadamente más de 14,000 lesiones ocupacionales asociadas a la industria hípica. Además, entre 1992 y el 2006 ocurrieron 79 muertes de personas que trabajaban en esta industria. Estos números representan, casi con certeza, una cifra inferior a la verdadera.
Los datos demuestran que los jinetes no son los únicos trabajadores expuestos a peligros en esta industria. Entrenadores, mozos de cuadra, jinetes de ejercicio y muchos otros trabajadores se enfrentan a muchos de los mismos peligros que los jinetes, por lo que es importante que este tipo de trabajos cuenten con las mismas medidas de protección para la salud y seguridad, por ejemplo, usar chalecos de seguridad y cascos cuando se esté cerca de un caballo.
El verdadero riesgo de lesiones en esta industria no puede evaluarse de manera adecuada sin la continua recolección de datos durante un tiempo prolongado, lo que incluye la recolección de datos de la cifra de trabajadores en esta industria y de las lesiones y muertes que ocurren. La recolección de datos más adecuada y detallada de estas lesiones no está dentro del marco de los actuales sistemas de vigilancia nacionales. Además, sin los denominadores adecuados de la información, no se pueden calcular las tasas de lesiones. El cálculo de las tasas de lesiones permitiría las comparaciones significativas con las tasa de los trabajadores de otras industrias. Para poder recoger estos datos de manera precisa, se podría crear un formulario estandarizado para la notificación de las lesiones con el fin de obtener información crítica sobre los incidentes acompañados de lesiones. Esta información entonces podría documentarse y guardarse en una base de datos centralizada. La creación de dicho sistema para esta industria en los Estados Unidos permitiría el análisis significativo para determinar la etiología de las lesiones en esta industria. El norte de California ha implementado un sistema en donde la junta de comisarios de carreras (Board of Stewards) ofrece informes independientes sobre la supuesta causa, informes finales sobre el estado de la persona lesionada y sobre las consecuencias de las lesiones en los jinetes. Otros estados podrían usar el sistema del norte de California como modelo para su propia vigilancia de las lesiones ocurridas en las carreras de caballos.
Las diferencias que hay entre los reglamentos de los estados crean una complicación adicional para la seguridad y salud de los trabajadores. Las preocupaciones de salud y seguridad podrían ser más fáciles de abordar si las regulaciones estuviesen más sincronizadas entre los estados. Esto ayudaría a mejorar los requisitos para la salud y la seguridad y las normas para el uso del PPE.
En este deporte, por motivos de competición, los jinetes deben vigilar que su peso corporal se mantenga bajo. Para mantener un peso mínimo, los jinetes por lo general recurren a técnicas para bajar de peso comúnmente conocidas en la industria como "pasar hambre" (wasting) o "provocar el vómito" (flipping). Estos métodos presentan un riesgo a largo plazo para la salud del jinete. Estas actividades también pueden llevar a peligros más inmediatos si el jinete está deshidratado o no se encuentra en buen estado físico para montar. Los representantes de otros deportes en donde el peso puede ser un problema, como en la lucha libre, han estudiado alternativas a los requisitos de peso para mantener a los atletas saludables, como por ejemplo requisitos de un mínimo de grasa corporal [NFHS 2006]. Estas alternativas se deben evaluar para determinar su relevancia en la industria de las carreras de caballos. También sería prudente proporcionar a los jinetes alguna forma de educación sobre salud y nutrición.
Son muchas las oportunidades que se presentan para la investigación con respecto a la seguridad y salud de los trabajadores de la industria hípica y la prevención de lesiones. La posibilidad de exposición al plomo debe evaluarse de manera cuantitativa. Si se determinara que los límites de exposición exceden los estándares actuales, este peligro podría remediarse ya sea usando pesas con almohadillas como alternativa a las pesas de plomo o encapsulando todas las pesas de plomo. También sería necesario evaluar el efecto de la sílice o las fibras sintéticas en la salud respiratoria de los trabajadores. El beneficio potencial de las superficies sintéticas para el bienestar de los caballos debe sopesarse con las posibles enfermedades respiratorias que los jinetes y los caballos pueden sufrir. Al igual que para todos los problemas de salud y seguridad emergentes, NIOSH hará lo posible para continuar vigilando la salud y seguridad de estos trabajadores.
Los representantes de la industria hípica (de los hipódromos, las comisiones de carreras de caballos y los propietarios de los caballos) pueden hacer un esfuerzo para disminuir los diversos peligros que enfrentan los trabajadores de la industria hípica. No obstante, la responsabilidad de mejorar la seguridad y salud de los empleados de esta industria recae en todos los participantes. A continuación se presentan algunas mediadas para tener en cuenta.
Representantes de la industria (de los hipódromos, las comisiones de carreras de caballo y los propietarios de los caballos)
- Haga que los temas de salud y seguridad se incluyan en la toma de decisiones de cada día, (p. ej., si se realizarán las carreras, las condiciones para cancelar una carrera, la evaluación del estado físico de un jinete como para montar);.
- Trabaje con los jinetes y otras asociaciones profesionales para garantizar un seguro adecuado y el apoyo para los trabajadores lesionados y a la vez, promueva prácticas de prevención primaria de lesiones.
- Evalúe las implicaciones para la salud de los requisitos actuales con respecto al peso y las opciones para ajustar el peso en concordancia con los consejos de los expertos en salud.
- Elabore y mantenga un sistema de vigilancia por hipódromo a nivel corporativo o estatal para recoger datos de los trabajadores y sus lesiones y enfermedades. Este sistema podría servir como modelo para la creación de sistemas de vigilancia a nivel nacional.
- Establezca estándares para la calidad de la atención médica (dentro y fuera de las pistas) en todos los establecimientos que incluyan el uso de personal certificado en reanimación cardiaca y de equipos médicos adecuados.
- Explore las condiciones del lugar de trabajo y del cuarto del jinete con el fin de establecer normas para el diseño, la seguridad, la higiene, la ventilación y para que sea un lugar habitable.
- Integre en el diseño de equipos y establecimientos la seguridad tanto de las personas como de los animales (p. ej., cajones de salida con almohadillas y barandas de seguridad).
- Apoye a las investigaciones científicas independientes sobre la dinámica en torno a la salud de los trabajadores de la industria hípica.
- Establezca y proporcione a los jinetes educación, consultas, remisiones médicas y tratamientos adecuados con respecto a la alimentación y el control de peso.
Jinetes
- Edúquese sobre la nutrición adecuada y busque alternativas de control de peso que sean saludables.
- Use equipo de protección personal y asegúrese de que esté en buenas condiciones y se ajuste bien.
- Trabaje con representantes de la industria y asociaciones profesionales para garantizar apoyo y seguimiento adecuado para los trabajadores lesionados, y a la vez promueva prácticas de prevención primaria de lesiones.
Asociaciones profesionales
- Promueva la salud y la seguridad de los jinetes y del resto del personal de carreras trabajando junto con los representantes de la industria.
- Trabaje con los representantes de la industria y los jinetes para asegurar el apoyo adecuado y el seguimiento de los trabajadores lesionados.
- Colabore con los representantes de la industria para garantizar una atención médica adecuada en todos los establecimientos, dentro y fuera del hipódromo.
- Trabaje con los representantes de la industria para crear normas para la seguridad y la higiene de los cuartos de los jinetes.
- Apoye a los representantes de la industria y a los jinetes en la creación de planes de educación, consultas, remisiones médicas y tratamientos adecuados para la alimentación y el control de peso.
Otros trabajadores de la industria hípica
- Edúquese y capacítese en los temas de seguridad que se relacionen con sus responsabilidades laborales.
- Trate de usar equipo de protección personal (p. ej., cascos y chalechos) cuando esté cerca de un caballo.
- Trabaje con representantes de la industria y asociaciones profesionales para garantizar apoyo y seguimiento adecuado para los trabajadores lesionados y a la vez promueva prácticas de prevención primaria de lesiones.
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