Volumen 8: N.o 2, marzo de 2011
Steven Barnett, MD; Michael McKee, MD, MPH; Scott R. Smith, MD, MPH;
Thomas A. Pearson, MD, PhD, MPH
Citación sugerida para este artículo: Barnett S,
McKee M, Smith SR, Pearson TA. Usuarios del lenguaje por señas,
desigualdades de salud y salud pública: una oportunidad para lograr justicia
social. Prev Chronic Dis 2011;8(2):A45.
http://www.cdc.gov/pcd/issues/2011/mar/10_0065_es.htm. Consulta: [fecha].
REVISADO POR EXPERTOS
Introducción
Las desigualdades de salud y atención médica se han convertido en temas de creciente preocupación y necesidad de acción por parte de los profesionales de salud pública, médicos, legisladores y comunidades. Las investigaciones han documentado desigualdades en la prevalencia de enfermedades crónicas dentro de subgrupos definidos por nivel de educación, ingresos, raza y origen étnico. La justicia, como piedra angular de la ética médica, demanda acciones correctivas (1).
Nos enfrentamos con el hecho de que en toda comunidad existe un grupo minoritario, cuyas necesidades relacionadas con la salud se encuentran en desventaja y no se estudian de manera adecuada. Este grupo lo constituye la población de personas con sordera que utilizan el lenguaje por señas. La mayoría de los usuarios del lenguaje por señas han padecido sordera desde el nacimiento o desde la temprana infancia (2-7). El lenguaje por señas no es global ni se basa en el lenguaje hablado local. Por ejemplo, el Lenguaje por señas británico (BSL) y el Lenguaje por señas americano (ASL) son dos idiomas distintos con muy poco en común entre ambos o con el inglés. En los Estados Unidos, se estima que entre 100,000 a 1 millón de personas usan el ASL como su idioma principal. Describimos 4 problemáticas que resaltan las desigualdades de salud que afrontan los usuarios del lenguaje por señas para sordos y, también, proponemos 6 enfoques de salud pública para abordar estas desigualdades de salud y atención médica con el fin de promover la salud y prevenir enfermedades crónicas.