En el Año Nuevo, muchos de nosotros pensamos en cambios para tener una vida más plena y saludable y nos proponemos materializarlos. A veces, son grandes y difíciles como por ejemplo bajar 40 libras o entrenar para una maratón; y resultan tan dificultosos con la presión del trabajo, las responsabilidades familiares, etc., que terminamos por olvidarlos. Pero decidir dar pequeños pasos simples para la seguridad de los alimentos en el Año Nuevo no es ni un cambio grande ni difícil, y puede tener muy buenos resultados.
Probablemente no se tome muy en serio la intoxicación, también denominada enfermedad de origen alimentario, pero el gobierno federal calcula que existen alrededor de 48 millones de casos por esta enfermedad anualmente —lo que equivale a 1 de cada 6 estadounidenses enfermos todos los años. Todos los años, estas enfermedades resultan en aproximadamente 128,000 hospitalizaciones y 3,000 muertes. Y si bien en cualquier persona las enfermedades de origen alimentario pueden ser graves, e incluso mortales, son principalmente peligrosas para los que corren mayor riesgo —adultos mayores, bebés y niños pequeños, embarazadas y personas con VIH/SIDA, cáncer, diabetes o cualquier otra afección que debilite el sistema inmunológico.
Las amenazas a la seguridad alimentaria evolucionan constantemente. Surgen nuevos organismos que causan enfermedades y los agentes patógenos ya conocidos se tornan más virulentos. Además, los consumidores eligen cada vez más alimentos que estén menos procesados. A pesar de todos los esfuerzos que el gobierno y la industria alimenticia hacen para protegernos, no hay dudas de que las personas tienen que tomar medidas prácticas para poder prevenir las enfermedades de origen alimentario.
Por eso, aquí tiene algunas sugerencias para tomar resoluciones:
Limpiar: tome la decisión de lavarse las manos antes, durante y después de manipular alimentos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, lavarse las manos tiene el potencial de salvar más vidas que cualquier vacuna o intervención médica. Para hacerlo de manera eficaz, moje sus manos con agua corriente limpia (caliente o fría) y aplique jabón. Refriéguese las manos para hacer espuma y frótelas bien durante al menos 20 segundos. Séquese con una toalla de papel limpia o secador de aire.
Separate: If you only have one cutting board, resolve to get another to help avoid pathogens from one food migrating to another, called cross-contamination. Use una para los alimentos que serán cocinados, como carne roja, carne de ave y mariscos, y la otra para alimentos como frutas y verduras que se comerán crudos. De este modo, los alimentos crudos no se contaminarán con el jugo de los alimentos que necesitan cocción. Si adquiere una nueva tabla de cortar, consiga una que sea apta para lavavajillas. El agua muy caliente y el detergente fuerte que se usan normalmente en los lavavajillas pueden eliminar muchas bacterias.
Cook: Only by using a food thermometer can you be sure that meat, poultry, fish and casseroles are cooked to a safe internal temperature—hot enough to kill any pathogens that may be present: 145°F (63°C) for whole meats (allowing the meat to rest for 3 minutes before carving or consuming), 160°F (71°C) for ground meats, 165°F (74°C) for all poultry, and 165°F (74°C) for casseroles and leftovers.
Chill: Similarly, resolve to get an appliance thermometer to be sure your refrigerator is at or below 40°F (4°C). Between 40°F (4°C) and 140°F (60°C) is the Danger Zone where bacteria multiply rapidly. Mientras más bacterias haya, más probabilidades habrá de que alguien se enferme. La mayoría de los refrigeradores solo tiene un ajuste para que esté más frío o menos frío, así que la única forma de saber la temperatura es colocar un termómetro adentro. And it's a good idea to put one in the freezer to be sure the temperature is 0°F (-18°C) or below.
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